Cuidándo mi ser

 



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No reproducir sin permiso del autor

Vivir en un país donde se viven las 4 estaciones del año es una experiencia única y maravillosa. Es verdad que en mi caso, el frío dura más tiempo y son pocos los meses en los que disfruto de un verano caluroso. Aún así me encanta ver las hojas de los árboles caer, los primeros copos de nieve invadir el ambiente, la vegetación renacer después de meses de intensas nevadas y el calor instalarse aunque sea por unos cuantos meses.

Obvio entre tanto cambio de clima drástico, mi piel y mi cuerpo, igual que mi ánimo lo resienten. Por lo mismo, necesito cuidar de todos ellos para que se adapten a las nuevas condiciones climáticas. Esto tips que comparto vienen de años de experiencia en mi lugar de residencia y de pedir consejos a los profesionales. No quiere decir que va a funcionar con todo mundo ni que mi palabra debe de tomarse al pie de la letra. Esto es lo que a mi me ha funcionado y debemos tener en cuenta que cada persona tiene tipos de piel diferente, vive en condiciones diferentes o simplemente no les sientan las mismas cosas. Lo digo antes de que alguien diga "¿Y ésta señora quién se cree para darnos consejos de cuidados de la piel?". No soy dermatóloga, cosmetóloga ni nada por el estilo. He consultado a este tipo de profesionales y no me comparo con ellos que han estudiado años para poder dar consejos adaptados a las necesidades de cada persona. Simplemente vengo a compartir algunos truquitos que me han servido y que pudieran ser útiles en algún momento.



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Mi tipo de piel es mixta tirándole a grasa y tiende a deshidratarse mucho. No tengo problemas de acné, salvo algunos puntos que de repente salen. No soy alérgica a ningún producto hasta donde yo sé y no estoy tomando ningún medicamento. Puede verse que estoy dentro de la norma. Si hay personas que tienen problemas graves de acné u otro tipo de condiciones, es importante acudir con un especialista que les aconseje y recete productos que serán de mucha más utilidad.

Cuidados básicos de todo el año
Yo diario me lavo mi cara dos veces al día. En la mañana cuando me levanto y en la noche antes de dormir, una vez que ya retiré todo mi maquillaje. Seguido, tonifico el rostro con una loción. Después hidrato mi rostro con mi crema de día o de noche según sea el caso. Para el contorno de los ojos aplico otra crema especial para eso. En el día, además de la crema hidratante utilizo un protector solar de intensidad media. Este me protege sobre todo en trayectos cortos, como de la casa al trabajo y viceversa. Cuando hago bicicleta (cada vez menos por este frío)  u otro deporte al aire libre utilizo un producto de intensidad más fuerte.

Cuidados complementarios

No es suficiente con limpiar, tonificar e hidratar. A veces el jabón no logra quitar todas las celulas muertas de nuestro rostro y para eso es necesario exfoliar. Yo tengo un exfoliante que aplico dos veces por semana después de lavarme el rostro y antes de tonificarlo e hidratarlo. Esto me ha permitido tener un rostro más limpio y evitar los puntos negros. Además después de retirar el producto, siento mi cutis más terso.

Además de eso, la hidratación debe ser complementada con el consúmo de muchos líquidos. Lo ideal es el agua y los clásicos dos litros diarios. Entre los beneficios del agua, como todas lo sabemos, está la eliminación de toxinas del cuerpo y eso incluye nuestro rostro. Es en el verano cuando más tomamos agua o tendemos a tomar agua. Sin embargo, en climas más frescos el agua no es de nuestras bebidas predilectas.

En esos casos, yo sustituyo el agua con té e infusiones, así como con ricos caldos que son ideales en las tardes de frío. No remplazo completamente el agua, trato de seguir tomándola lo más posible, sobre todo al hacer ejercicio.

En cada cambio de estación, me hago un tratamiento facial completo con una cosmetóloga. Ella revisa mi piel y diagnóstica en que condiciones está y sobre eso me aplica los productos necesarios. Algunas personas dirán que eso no es necesario si yo cuido de mi rostro diario. Yo no lo creo así. Para mí es importante ir a consultar a un experto mínimo una vez al año. Puede ser que hay anomalías en mi rostro de las cuales yo no me he dado cuenta ya que me veo diario y mi ritmo de vida no me permite detenerme a observar pequeños cambios. Un profesional que tiene mi expediente puede comparar mi rostro entre un periodo y otro y comprobar que todo está bien. Además es rico dejarse consentir un poquitín por unas manos expertas jiji.

Cuidados del cuerpo

En general tomo mis duchas tibias ya que el agua muy caliente puede resecar mi piel. Utilizo un jabón hidratante que además de lavarme, me ayude a retener la humedad del cuerpo y no me reseque. Cada tercer día utilizo un exfoliante para retirar todas las celulas muertas. Y diariamente me aplico una crema hidratante en todo el cuerpo. En tiempos de frío y calefacciones me aplico la crema tres veces por día. Para mis manos aplico la crema más seguido ya que son las más expuestas al viento y a todas las interperies del clima. Además utilizo guantes para que se mantengan calientitas.

¿Y la mente?
En todo momento lo más importante para vernos bien es sentirnos bien. Suena cliché y sí, todas lo decimos. En verano no es díficil estar contentas y sonreir en todo momento. El ambiente nos llama a sentirnos bien y disfrutar del sol. En los días fríos, sobre todo en los lugares de temperaturas más bajas el estado de ánimo puede verse afectado por la falta de sol. Existen estudios al respecto, así que no estoy inventando nada. Yo he comprobado la veracidad de algunos ya que viniéndo de un país muy soleado y de una región de playa, el llegar a otro lugar en donde por varios días no había sol, para mi fue devastador. Me sentía cansada, sin ánimos de nada y la sonrisa no aparecía. Algunas personas que también sufren por la falta de sol durante el invierno compran lámparas especiales que imitan a los rayos solares. Incluso he visto algunos lentes de luminoterapia que según son muy buenos. Como yo no tengo dinero para comprar nada de eso, lo que hice fue ocuparme en algo.

Así, comencé cursos de danza del vientre, de bailes bollywood y hasta acepté ser parte de una liga de hockey con algunos amigos. También me metí a clases de yoga y junto con mi pareja tomé unos cursos de cocina. Eso me mantiene ocupada, me hace quemar calorías (en invierno como come uno), me permite conocer gente y sobre todo descargar las energías negativas que me impiden ser feliz y verme bien.

¿Y si a mi no me gusta el ejercicio? No podemos negar que a pesar de sus mil ventajas, el ejercicio no es el hobby favorito de todas. En esos casos, existen otras alternativas. Tomar clases de pintura, de costura, de maquillaje, decoración, de mecánica, de carpintería, de música, etc. La idea es salir y compartir ideas con otras personas. Uno nunca sabe cuando vamos a encontrar gente cuyas ideas pueden resultar interesantes y que pueden ser nuestros amigos. ¡Y un amigo, nunca está de más!

Siguiendo todo esto, aunque parezca muchísimo he logrado acoplarme muy bien a mi nuevo lugar de residencia. Mi piel, mi rostro y sobre todo mi salud mental no se han visto afectados y he conocido tantas cosas y aprendido aún más. Espero que mis tips sirvan de algo y si tienen otros tips que compartir, por favor hagánlo en el espacio de comentarios. Este blog es para que todas aprendamos y es importante contar con su retroalimentación. ¿Qué quieren ver? ¿Qué les parecen los contenidos?

Saludos,

K