Una tarde cualquiera

El otro día saliendo de una clase de yoga sabatino-vespertina decidí dar una caminata hacia la estación de metro. Primero fui por un helado de yogurt a mi nuevo lugar favorito: Yeh y de ahí caminé por dos calles súper interesantes del paisaje montrealense: Prince Arthur y Saint-Denis. Aunque la calidad de las fotos no es la mejor (maldita crap berry :S) si se pueden apreciar los detalles más importantes que les quiero compartir. Cabe destacar que cuento los días para que el iphone 5 sea anunciado!!! 

Primero hacia el helado y no pude evitar tomar la foto de la falda de pliegues... ¿Divina no?

Ya con el helado en la mano (y en la boca jiji) tomé Prince Arthur. Esta calle fue nombrada en honor al Príncipe Arturo, Duque de Connaught and Strathearn, que fue el séptimo hijo (tercer varón) de la famosa Reina Victoria. El Duque fungió como Gobernador General de Canadá (el representante del monarca en el país) de 1911 a 1916 y ha sido el único "royal" en ostentar dicho título. 

La calle Prince Arthur tiene una pequeña porción en la cual no hay circulación de automóviles. Es aquí donde hay un buen número de pequeños cafés, restaurantes y comercios. Por su ubicación más hacia el oeste, atrae muchas más personas anglo parlantes comparada a otras zonas donde hay más franco parlantes. Por su misma calidez, se puede decir que la calle en sí siempre tiene visitantes de todos los idiomas, un verdadero paraíso cosmopolita! 

Prince Arthur desemboca hacia el lado este en el parque Saint-Louis que es, según muchos especialistas, uno de los parques más Europeos de América del Norte. Al rededor de este se pueden ver muchas casitas de estilo victoriano. Antes de convertirse en un parque en 1880, este rincón era un depósito de agua que al cabo de los años dejó de usarse.  

Y finalmente llego a la calle Saint-Denis... observando la tremenda línea del tráfico me da un gusto enorme el haber decido ir a mi clase en metro!